Una intensa sesión se vivió el miércoles en los mercados financieros, con la publicación de los datos de inflación de junio en Estados Unidos. Las cifras quedaron debajo de lo esperado tanto en la medición mensual como en la interanual en la llamada “inflación subyacente”, que excluye alimentos y energía. El índice general también cayó al 3%, debajo del consenso del mercado.
La primera reacción de los inversores fue una baja sustancial del dólar, que finalmente se extendió al resto del día. Ya en los días previos el billete se había debilitado en varios frentes. El yen, que llegó a 145.05 en su mínimo anual el 30 de junio, tocó 138.15, con una recuperación de casi 700 puntos. El euro y la libra esterlina observan nuevos máximos anuales. La moneda única, puntualmente, alcanza un nivel que no tocaba desde marzo de 2022, cuando caía sin pausa ante el inicio de la guerra en Ucrania. Precisamente, el objetivo del rally actual del euro se ubica en 1.1270, donde el par EUR/USD dejó un gap a fines de febrero del año pasado.
La libra esterlina rozó 1.3000, en un movimiento sin mucho sustento desde lo fundamental, al menos por las noticias de Reino Unido, y que tiene que ver con la propia debilidad del dólar. Si bien en las últimas sesiones la libra se había comportado en forma mucho más agresiva que el euro, esta vez la ecuación se revirtió: el euro supera 1.1100, y la moneda británica se ve impedida que quebrar el nivel mencionado.
La bolsa de Nueva York tomó de muy buena forma las noticias del miércoles. Los índices principales se dispararon al alza, ante la presunción de que la Reserva Federal deberá reconsiderar su política monetaria en las próximas reuniones. Hay un amplio consenso acerca de que habrá un aumento de tipos el 26 de julio, aunque también de que habrá una pausa desde entonces.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro, que habían superado 5.10% la semana anterior, cayeron fuerte al 4.74%, valor de cierre del miércoles (para los bonos a 2 años). El temor a una recesión vuelve a estar presente, y muchos descuentan que la Fed no podrá seguir vendiendo bonos a la velocidad que lo venía haciendo. Justamente, allí radica en parte el rally del yen, y la fuerte recuperación de la onza de oro, que superó nuevamente los 1950 dólares, despejando una figura de continuación de tendencia bajista anterior.
Este jueves será el dato de los datos de inflación mayorista. Si bien no tienen el mismo nivel de impacto que la inflación minorista, es probable que el dólar sienta el efecto. También se conocerán las peticiones semanales de subsidio por desempleo, como cada jueves.