La cifra de ventas minoristas de julio quedó muy por encima de lo esperado, en un informe conocido el martes, lo cual generó un nuevo repunte del dólar en todos los frentes. El billete aceleró su embestida ante el yen, aunque no consiguió nuevos máximos relevantes frente al euro y la libra esterlina; sí, en cambio, alcanzó nuevos máximos anuales frente al dólar australiano.
La bolsa de Nueva York, que reacciona al revés de como supone el gran público, estuvo lejos de celebrar el aumento de las ventas minoristas. La suposición de que puede haber un nuevo aumento de tipos de interés por parte de la Fed en la reunión de septiembre le dio un nuevo tinte bajista a los índices bursátiles principales. Tanto el Dow Jones como el S&P 500 llegaron a mínimos de más de un mes, con el Nasdaq 100 apuntando hacia abajo con decisión, pero sin mínimos relevantes.
El clima de negocios se ha enrarecido en todo el mundo ante las noticias económicas provenientes de China. Ya la semana pasada el reporte de inflación, que quedó en negativo en julio encendió las alarmas en los mercados. Esta semana, los datos del mercado inmobiliario y un recorte de tipos de interés del Banco Popular de China extendieron el temor a que estos datos se repliquen en otras latitudes. El PBoCh no duda en estos casos, ni avisa. Recortó los tipos lo cual generó una caída en los bonos del Tesoro, con el consiguiente aumento de los rendimientos. Los de 2 años llegaron al 5.03% el martes, empujando a la baja al yen y a la onza de oro.
La divisa nipona es atacada en varios frentes. Uno es el mencionado aumento de los rendimientos; otro, las señales difusas que envía el Banco de Japón, que dejó deslizar los rendimientos de los bonos locales al 1%, pero permite una devaluación de su moneda sin que por el momento la palabra “intervención” aparezca, más allá de algunos rumores que circularon el viernes pasado. Es cierto que las intervenciones del BoJ no tienen un gran efecto en los precios, pero sí hacen que los operadores miren con mucha cautela la venta de yenes en los valores actuales, por encima de 145.00.
El euro no logra consolidar sus pobres ganancias, y vuelve a caer cuando parece listo para superar algunos escollos importantes. El martes fue la zona de 1.0945, 38.2% de retroceso de su última caída, para terminar el día desdibujado en la zona de 1.0900. La moneda única necesita superar su línea de tendencia bajista principal, que pasa por 1.0980, para cambiar su tinte del momento. Algo similar sucede con la libra esterlina, que por momentos parece lista para encarar la zona de 1.3000.
Este miércoles tendremos las Minutas de la reunión de política monetaria de la Fed. El comunicado puede ser un buen indicio de lo que pueda hacer el banco central con sus tipos de interés el mes próximo, toda vez que las cifras conocidas este mes no han sido especialmente brillantes como para cambiar su visión del asunto.