Se inicia una semana importante para los mercados, con un final agitado: el Simposio de Jackson Hole, en el que hablarán el presidente de la Fed, Jerome Powell, y la titular del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. El evento, organizado anualmente en la última semana de agosto, es organizado por la Fed de Kansas, y reúne a las figuras más relevantes de las finanzas globales.
De todas formas, antes se conocerán cifras clave para las principales economías, con los informes anticipados de manufacturas y servicios de la Eurozona en general, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos.
El clima financiero está nuevamente enrarecido, con la crisis inmobiliaria de China, donde se han producido quiebras importantes en ese sector, al margen de la deflación de su economía, que ha desplomado a las materias primas, sobre todo a los metales.
El dólar comienza la semana dominando con comodidad el mercado de divisas. El euro apenas logra acercarse a la zona de 1.0900 para ser rechazado de inmediato, en tanto la libra esterlina no puede con 1.2800 más que por unos minutos. El yen logró alejarse de sus mínimos anuales que tocó el jueves pasado en 146.50, pero nada indica que su caída haya terminado. Solo el quiebre de 140.00 podría darle alivio a mediano plazo.
El oro se mantiene débil, y sigue apuntando a la cobertura del gap del 10 de marzo en 1870 dólares. Dicha cobertura puede ser el punto que necesita tocar para iniciar una recuperación. En dirección contraria, eso ocurrió con el euro cuando cubrió el gap de febrero de 2022 en 1.1275 pocas semanas atrás.
Los bonos del Tesoro ofrecen altos rendimientos, limitando al oro y al yen. Lo llamativo es que se ha recortado la brecha entre los de 10 años, que cerraron la semana al 4.25% respecto a los de 2 años, en el 4.94%. La inversión de la curva de rendimientos se mantiene, pero ambas puntas se acercan.
Los mercados ven como, pese a que el clima económico complicado en China puede extenderse al resto del mundo, la Fed insiste -a través de sus oficiales- en aumentar la tasa de interés por las buenas cifras de ventas minoristas, una inflación que cae pero no termina de convencer y, sobre todo, por un mercado laboral que se ha mantenido firme pese a los continuos aumentos de tipos.
Esta situación fortalece al dólar, y por ello el discurso de Powell del próximo viernes será clave para la dirección que tomará el billete en las próximas semanas. En cambio, Lagarde no tendrá muchas alternativas más que seguir prometiendo aumentos de tipos de interés, con una inflación alta en la Eurozona.
Este lunes aparece como un día poco atractivo desde las noticias. La caída de la bolsa de Nueva York de la semana pasada fue muy importante, y la apertura a las 9:30 del este será clave para ver si la reversión de última hora del viernes puede ser el inicio de un cambio de tendencia. Todos los índices dejaron gaps relevantes en niveles muy superiores a los actuales.