A la espera de noticias, el dólar vuelve a ganar

Los índices bursátiles de la bolsa de Nueva York iniciaron la semana con marcadas pérdidas. La preocupación por la economía de China, con indicadores que presentan un riesgo de contagio al resto de las economías centrales, y la posibilidad de que la Fed vuelva a aumentar la tasa de interés en septiembre, han generado un retroceso fuerte de las acciones líderes.

El euro pareció capaz de recuperarse, pero no puede cambiar su sesgo bajista que viene arrastrando desde que tocó su máximo anual en 1.1275 el mes pasado. La libra esterlina tampoco puede con 1.2800, nivel al cual intenta acercarse, para retroceder una y otra vez. Y el yen poco puede hacer ante la blanda política monetaria del Banco de Japón y los aumentos de los rendimientos de los bonos del Tesoro. Los de 2 años volvieron a superar el 5% en la víspera.

En tanto, la onza de oro sigue apuntando a la baja, buscando, por ahora sin mucha convicción, cubrir el gap que dejó el 10 de marzo pasado en 1870 dólares. Es altamente probable que el metal precioso vaya a buscar tal nivel, que podría servirle de soporte para iniciar, desde allí, una recuperación sustentable. En sentido contrario, eso sucedió con el euro en el máximo anual antes mencionado.

La ausencia de referencias macroeconómicas (este martes solo se conocerán las ventas de viviendas existentes, y darán discursos algunos miembros del FOMC) lleva la atención de los mercados a los cortos discursos que darán Jerome Powell, titular de la Fed, y Christine Lagarde, del Banco Central Europeo, en el Simposio de Jackson Hole que comenzará el próximo jueves.

Técnicamente, las monedas principales se ven debilitadas en los gráficos de corto plazo. El euro ensaya una tibia recuperación, pero se podría estar formando una bandera invertida de continuación de la tendencia bajista actual, que podría derivar en una caída adicional de la moneda única durante las próximas horas. La zona de 1.0840 aparece ahora como el soporte a tener en cuenta.

La libra esterlina luce algo más estable que el euro, y la superación de 1.2800 le daría una chance alcista más sustentable. La moneda británica viene jaqueada por las constantes malas noticias económicas de Reino Unido. Sin embargo, la tasa de desempleo se mantiene baja y el Banco de Inglaterra podría volver a aumentar los tipos de interés en su próxima reunión.

Respecto al yen, por ahora no encuentra un suelo claro. La zona de 147.00 se ve cercana, y en tanto los rendimientos de los bonos no cedan -descartando cualquier cambio por parte del BoJ-, la situación no mejorará para la moneda nipona.

La tímida recuperación de las acciones líderes en Nueva York podría servir para un movimiento alcista de las mismas en la apertura de la sesión americana, a las 9:30 del este.