Datos negativos frenan al dólar e impulsan a Wall Street

El índice de confianza del consumidor del Conference Board cayó fuerte este mes, en una medición publicada el martes, en simultáneo con las vacantes de empleo. Estas también quedaron muy por debajo de lo esperado, lo cual, pese a que el mercado laboral se encuentra en una sólida situación, sirvió para dejar algunas dudas de cara a los datos de empleo que se conocerán el viernes, inaugurando el próximo mes.

El dólar encontró en dichos datos un límite a su rally actual, que se extiende desde hace varias semanas. El euro regresó desde sus mínimos de dos meses y medio, y la libra esterlina logró recuperarse a medias, sin acercarse siquiera a 1.2700. En tanto, el yen alcanzó un nuevo mínimo desde noviembre de 2022 al tocar 147.36, para recuperar desde allí casi 200 puntos, aunque sin abandonar su tendencia bajista de mediano plazo. La bolsa de Nueva York tuvo uno de sus mejores días del mes ante estos datos, con las acciones principales observando ganancias más que relevantes.

Estos informes pueden ser un factor de presión para la Fed, cuyos funcionarios más importantes, comenzando por el presidente Powell, insisten en la necesidad de seguir aumentando la tasa de interés, pese a que la inflación ha cedido en buena medida, y los datos de empleo, si bien son positivos como quedó antes mencionado, vienen mostrando lo que técnicamente son máximos descendentes. Esto significa que se genera mucho empleo, pero cada mes un poco menos.

El euro sigue en una frágil postura, debajo de 1.0915, que representa el 50% de su última baja medida en gráficos de corto plazo. Sobre dicho nivel, la zona de 1.0960 será el próximo objetivo, y ya sobre el mismo sí podría retomar una tendencia alcista más sustentable. Esto sucede mientras el Banco Central Europeo debate que hacer con su tasa de interés, ante los datos decepcionantes de la Eurozona, pero con una inflación persistentemente alta en el bloque.

Algo similar sucede con la libra esterlina. La moneda británica llegó a mínimos de mediados de junio la semana pasada, y su recuperación apenas ocupa poco más de 100 puntos. Para escalar con mayor fuerza, la libra deberá superar 1.2800, tarea ciclópea si el dólar no cede en todos los frentes, y ante un contexto macro que no la favorece. De hecho, está en duda que el Banco de Inglaterra pueda aumentar la tasa en septiembre, pese a que la inflación apenas se aleja del 8% anual.

En cuanto al yen, su recuperación de la víspera luce momentánea aún. La moneda nipona se vio favorecida por una baja importante de los rendimientos de los bonos del Tesoro en Estados Unidos, pero su caída de inicio de sesión a 147.36 sugiere que aún tiene más lugar para ceder. Claro está, el yen parece listo para recuperar posiciones en forma acelerada si la Fed brinda señales de una pausa en su política monetaria actual.

Este miércoles, la encuesta de empleos privados de la firma ADP a las 8:15 del este servirá como un anticipo de los datos del Departamento de Trabajo, que se conocerán el viernes. La encuesta refleja con precisión la creación de empleos del sector, y suele tener un alto impacto en el dólar. Sin embargo, puede no reflejar los datos oficiales, como sucedió a inicio de este mes.

También se conocerá el PBI preliminar (segunda medición de tres) del segundo trimestre. Salvo alguna sorpresa, no debería tener un efecto importante en los precios.

La apertura de la bolsa de Nueva York, que el martes festejó los malos datos como si fueran buenos (otro sin sentido de estos tiempos en los mercados, pero que muestran lo poco que sirven las acciones para evaluar el estado de las empresas cotizantes) será importante para evaluar el alcance del actual rally.