Hola Amigos, buen día. Una vez más, los datos conocidos en Estados Unidos impulsaron al dólar al alza, llegando a nuevos máximos ante el euro y la libra esterlina, mientras se mantiene a pocos puntos de un nuevo máximo anual ante el yen.
En esta oportunidad, el ISM de servicios, que mide el nivel de actividad del sector más importante de la economía estadounidense, quedó muy por encima de lo esperado, llegando a su nivel más alto desde marzo. La encuesta de optimismo económico, en tanto, ofreció guarismos mejores a los pronósticos, si bien sigue por debajo de los 50 puntos desde mediados de 2021.
De este modo, todo lo que sucede en el mundo financiero favorece al dólar: si los datos macro locales son positivos, el billete se aprecia; si los datos de otros países decepcionan, también se aprecia el dólar, ante la búsqueda de refugio.
La bolsa de Nueva York cae con fuerza ante estas noticias. Los inversores presumen que la Fed puede seguir aumentando la tasa de interés, posibilidad que otra vez comienza a tomar fuerza a partir de estas cifras, y quitarles liquidez a los mercados. De allí es que, a mejores noticias, las acciones se desploman.
Por su parte, la onza de oro sigue cayendo, y apunta a los 1900 dólares, paso previo al gap que, como mencionamos habitualmente en esta columna, dejó a mediados de marzo en 1870 dólares, y aún no cubrió.
Por el momento, solo se pueden esperar correcciones bajistas del dólar, sin un cambio de tendencia a la vista. Faltan dos semanas para la decisión de política monetaria de la Fed, y los pronósticos de su acción en este sentido comienzan a dividirse. Sin embargo, todo parece indicar que será el dato de inflación minorista, que se conocerá la semana próxima, el que termine por dar las pistas necesarias.
Los funcionarios de la Fed siguen enviando mensajes ambiguos. Así como el presidente Powell dijo que seguirá con los aumentos “hasta que el trabajo esté hecho” -esto es, bajar la inflación lo más cerca del 2% posible- también expresó que los incrementos se darán “si es apropiado”, algo que generó dudas. Esta misma semana otros oficiales se expresaron en la misma dirección.
Llamativamente, el euro se mantuvo apenas por encima de 1.0700, un nivel clave. En las próximas horas, la superación de 1.0765 podría cambiar parcialmente su sesgo bajista actual, aunque le costará superar 1.0805, máximo de la semana, nivel por encima del cual se ubica 1.0830.
La libra esterlina se vio fuertemente debilitada el miércoles, cayendo de 1.2500, cotizando cerca de tal nivel en las primeras horas del jueves. La libra parece ahora más complicada que el euro. Debe quebrar 1.2600, a esta altura muy lejos, para comenzar una lenta recuperación. Tanto el euro como la libra esterlina tienen por delante el desafío que supone la reunión del Banco Central Europeo y la del Banco de Inglaterra, previstas para la semana próxima.
Este jueves, tan solo las peticiones semanales de subsidio por desempleo a las 8:30 del este podrían tener impacto en el dólar. Las preocupaciones por una recesión global, posibilidad que aparece como una suerte de contagio de una probable caída de la economía china, también pueden pesar en el ánimo de los operadores. Por ahora, todo está a favor del dólar
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.