Hola Amigos, buen día. Después de una semana de movimientos muy medidos, con el dólar como ganador ante las monedas principales, la semana que se inicia trae consigo un calendario repleto de informes y datos, que sin dudas tendrán impacto en los mercados.
Claramente, las cifras de inflación de enero en Estados Unidos son las más esperadas por los inversores. Las mismas se conocerán el martes, y los pronósticos son variados.
Por un lado, se espera una ligera baja en la medición que excluye alimentos y energía, del 3.9% al 3.8% interanual. Se trata de la medición denominada “subyacente”, con variables que están dentro del control de la Fed. En cuanto a la medición general, caería al 3%, frente al 3.4% actual. La medición mensual no tendrá mayores variaciones.
De acuerdo a lo que hemos visto en las últimas semanas, estos pronósticos no invitan a confiar demasiado en ellos. El dólar se ha fortalecido en buena forma en todos los frentes, la Fed ya borró la posibilidad de un recorte de tipos de interés en marzo, y la economía sigue dando signos de fortaleza en sus principales variables. No hay motivos para pensar en una baja muy pronunciada de la inflación en un contexto como este. En definitiva, el dólar tiene un buen camino alcista por seguir desde el martes.
Las ventas minoristas, otro dato de interés (previsto para el jueves) no sufrirán cambios relevantes. Probablemente servirán para reafirmar la tendencia alcista del dólar, tanto en la medición general como en la que excluye ventas de vehículos.
Los informes de inflación mayorista y el índice de confianza del consumidor de la Universidad de Michigan completan el calendario en Estados Unidos.
La libra esterlina estará, también en el centro de atención. Una batería de datos de Reino Unido (inflación, datos de empleo, tasa de desempleo, ventas minoristas) tendrá especial impacto en la moneda británica, que se desinfló desde el inicio del año.
El viernes, la libra cerró a 1.2628 frente al dólar, recuperando terreno después de tocar 1.2517 a mediados de la semana, y parece prepararse para un repunte más importante. Sobre todo si, como se espera, la inflación se mantiene alta y sin signos de bajar en forma concluyente.
El euro no logró salir de un rango de precios muy estrecho durante toda la semana, y si bien se acercó a 1.0800, no pudo superar tal nivel. Los informes de Estados Unidos serán decisivos para la moneda única en los próximos días. El quiebre de 1.0820 podría devolverle un tono alcista de corto plazo, y hasta podría buscar 1.0900. En cambio, si cae de 1.0720, los mínimos del año hasta el momento, habrá quebrado su tendencia alcista de mediano plazo (proveniente de los mínimos de octubre de 2023) y ahí sí podría sufrir un traspié muy marcado.
El yen mantiene un tono bajista importante, y se acerca a 150.00. Si bien el lunes será festivo en Japón, la moneda nipona puede volver a caer, empujada por el fuerte repunte de los rendimientos de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, que llevan varios días ganando posiciones, tanto en las notas de 2 como de 10 años.
La onza de oro cayó el viernes, cerrando en 2024 dólares, y apuntando a la baja en el corto plazo. El quiebre de 2020 dólares, precisamente el mínimo del viernes, podría acelerar la caída del metal precioso, que esta vez no hizo tanto caso a los bonos, como sucedió hasta hace poco.
El petróleo continúa repuntando, y ya cotiza por encima de los 76 dólares en los futuros del WTI. La EMA de 200 períodos medida en los gráficos diarios, que pasa por 77.70 dólares, podría ponerle un límite al impulso de la materia prima.
Por último, el índice Dow Jones llegó a un nuevo máximo histórico, con los futuros rozando los 39.000 puntos. La corrección posterior, de más de 300 puntos, anticipa que no se le hará fácil seguir acelerando como lo hizo hasta el momento. La inflación de Estados Unidos será clave para el comportamiento de la bolsa.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.