Hola Amigos, buen día. Después de dos días de movimientos lentos, el mercado de divisas se prepara para el día más importante de la semana. A las 8:30 del este se conocerán los datos de inflación de Estados Unidos de marzo, y las 2:00 pm las Minutas de la última reunión de política monetaria del FOMC, que tuvo lugar tres semanas atrás.
Después de un más que sólido reporte de empleos, conocido el viernes pasado, las cifras de inflación puede consolidar la fortaleza del dólar. En las últimas semanas se ha ido diluyendo la chance de un recorte de tipos de interés en junio, ya descartado un recorte en mayo.
Si bien las chances aún se mantienen, los datos de inflación a conocerse podrían volcar la balanza en contra de cualquier modificación a la política monetaria de la Fed. Al respecto, se espera que la inflación en términos generales e interanuales podría haber crecido al 3.4% el mes pasado. La medición subyacente, que surge de excluir alimentos y energía, habría crecido al 3.7% en el mismo período. En términos mensuales, ambas mediciones arrojarían un 0.3% de inflación en marzo.
Los pronósticos no suelen ser muy acertados en estos casos. Al igual que lo que sucede con los datos de empleo, con el dólar al alza la inflación suele ser subestimada por los analistas. En otras palabras, la inflación podría ser mayor a lo esperado en todas las mediciones, y el dólar tiene bastante para ganar.
El alza del euro, la libra y el dólar australiano, acelerada el martes, también actúa como una alarma casi infalible. Desde esta columna se ha advertido en infinidad de oportunidades que si un activo sube antes, cae después de los informes.
Por otro lado, el alza del petróleo está encendiendo nuevas señales. Son las mismas que ya han aparecido en los años anteriores, y que anuncian inflación alta. Con el oro en máximos históricos, el rally del petróleo puede extenderse, dado que se motiva sobre todo en la tensión en Medio Oriente. Ambos activos al alza derivan en dicha conclusión.
Hasta el gas natural, que quedó virtualmente paralizado durante los últimos meses, se ha despertado. La inflación parece difícil de vencer, o al menos mucho más de lo originalmente previsto por los bancos centrales.
Con las tasas en los máximos soportables, la economía estadounidense y la europea comenzarán a sufrir pronto si el actual contexto no cambia. Y no hay muchos motivos para pensar en un cambio.
De allí es que el euro se mantiene por encima de 1.0800, pero puede caer rápidamente en las próximas horas, incluso a la zona de 1.0760, soporte de importancia.
La libra esterlina tiene un destino bastante por debajo de 1.2600 el miércoles, más aún sin incentivos desde Reino Unido para mantenerse en los niveles actuales. Los débiles quiebre de líneas bajistas no tienen especial relevancia de cara los próximos días.
El yen se debate entre quebrar sus propios mínimos de 34 años contra los cuales impacta una y otra vez, y esperar una intervención del Banco de Japón, que por ahora mira para otro lado.
La bolsa pierde impulso, a medida que la euforia se va apagando en Nueva York. Si la tasa se mantiene alta más tiempo, poco tiene para festejar.
Y el oro sigue tocando, día tras día, máximos históricos. En 2011, creció de 1000 a 1920 dólares en un año, y perdió la mitad en pocas semanas. En 2020, 2022 y 2023 tocó sendos máximos para perder más de la mitad de sus ganancias en horas. Lo mismo sucederá esta vez. Solo falta saber desde que máximos lo hará.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.