Hola Amigos, buen día. Si bien no es nuevo ni sorpresivo, llama la atención la expectativa de los mercados buscando mínimos indicios de recortes de tipos de interés por parte de la Fed.
El martes, los datos de inflación mayorista quedaron por encima de lo esperado -nada anormal en estos tiempos- y el presidente del banco central, Sr. Powell, se encargó de remarcar que habrá que tener paciencia con la tasa de interés alta “dejando que haga su trabajo”. No hay muchas dudas ni interpretaciones que hacer.
Sin embargo, el dólar cayó en todos los frentes, en la suposición de que como la inflación irá a la baja la Fed recortará la tasa en septiembre, algo ya prácticamente descontado por los mercados.
Si se considera que desde el Banco Central Europeo llegan señales algo difusas de que habrá recorte en junio, poco se puede esperar a favor del euro, y mucho a favor del dólar. El martes ocurrió todo lo contrario.
La moneda única, que técnicamente había quebrado una línea bajista en 1.0800, aceleró hasta la zona de 1.0826, donde se topó con otra línea, proveniente de los máximos de diciembre, que le puso límite a sus ganancias. ¿Retrocederá unos cuantos puntos la moneda única antes de iniciar un nuevo ciclo alcista? Todo parece indicar que sí.
La libra esterlina, alentada por los datos de empleo positivos de Reino Unido, aceleró en la víspera, acompañando al euro, aunque el festejo podría durar poco: el Banco de Inglaterra envió señales bastante claras de su intención de recortar tipos en junio, con una votación -que tuvo lugar el jueves pasado- que por primera vez en mucho tiempo mostró dos votos a favor de tales recortes.
El yen, como sucede prácticamente todos los días, volvió a caer ante el dólar. Si bien el billete perdió frente al resto de las monedas, un primer y rápido impulso general en su favor fue aprovechado por los fondos, que una vez más estiran la caída de la moneda nipona, cuando suena de fondo la posibilidad de que se produzca una nueva intervención por parte del Banco de Japón y el Ministerio de Finanzas de ese país.
La onza de oro aprovecha la ligera baja de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que se alejan de sus máximos de varios meses, para acercarse a la cobertura de un gap que quedó a mediados de abril en 2388 dólares. Su superación podría acercar al metal precioso a los máximos históricos del 12 de abril en 2432 dólares.
La bolsa de Nueva York retomó su ola alcista en la víspera, con los futuros del Dow Jones buscando nuevamente sus máximos históricos del 1 de abril, cuando rozó los 40.000 puntos. No le será fácil quebrar dicha marca en un primer envión, aunque parece prepararse para tal cometido. Las acciones líderes sigue ofreciendo ganancias importantes día tras día, ahora azuzadas por los recortes de la Fed que ven los analistas del sector.
En buena parte, que esto suceda dependerá de los datos de inflación minorista y de ventas minoristas de abril, que se conocerán este miércoles a las 8:30 del este. Las cifras referidas podrían ser mixtas, generando un fuerte revuelo en los mercados.
Por un lado, la medición subyacente interanual (excluye alimentos y energía y ocupa los últimos 12 meses) podría quedar en el 3.6%, debajo del 3.8% anterior. La medición mensual quedaría en el 0.3%, también debajo de la anterior. Sin cambios o con una ligera baja quedará la medición general, tanto mensual como interanual.
Respecto a la ventas minoristas, podrían haber caído al 0.3% de crecimiento, frente al 0.7% anterior.
Como se ve, un panorama mixto, con dos de los 4 datos más importantes a conocerse a la misma hora. La volatilidad del momento exige respeto, será mejor tenerlo.
Eso sí, la baja del dólar de la víspera, sin datos que lo ameriten, invita a pensar en su alza inmediata posterior a las publicaciones.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el jueves.