Hola Amigos, buen día. El dólar cedió terreno en varios frentes el viernes, al tiempo que la bolsa de Nueva York toca, día tras día, máximos históricos en sus principales índices. El oro, en tanto, apunta a 2432 dólares, su marca más alta, que alcanzó el 12 de abril.
Pese a que la inflación de abril no ofreció cifras mucho mejores que lo esperado, y el costo de vida se mantiene lejos de los objetivos de la Fed (2% anual), los mercados interpretaron que el banco central podría iniciar sus recortes de tipos de interés en septiembre.
Esta posibilidad había sido puesta en duda en las semanas anteriores, aunque desde inicio de este mes de mayo los datos de empleo, manufacturas, ventas minoristas y en menor medida de inflación reavivaron las esperanzas de los inversores. Ni siquiera el discurso del presidente Powell, reafirmando que la tasa se mantendrá alta durante un tiempo largo alcanzó para cambiar la impresión de los mercados.
La baja del billete se hace muy tangible ante algunos activos. El oro, entre ellos. La onza llegó el viernes a 2422 dólares, su segunda marca histórica, de la cual quedó muy cerca al cierre de la semana.
La masiva compra de oro por parte de algunos bancos centrales se está haciendo sentir, en un movimiento que se había iniciado con el conflicto bélico en Medio Oriente en octubre de 2023. Conviene no olvidar que en aquella oportunidad dejó un gap en 1834 dólares, que no cubrió. Y los gaps siempre se cubren.
Claro que el oro no es la excepción entre los metales. La plata se disparó la semana pasada, cerrando por encima de los 31.30 dólares, y alcanzando un nivel que no tocaba desde 2013. El platino, con un precio cercano a los 1100 dólares, se ubica en máximos de un año.
Llama la atención además como se ha reducido la brecha entre el oro y la plata. Hasta febrero, dicha relación superaba las 92 unidades; hoy se ubica en 76, algo positivo para la economía global. Cuando el oro y la plata crecen, y la brecha se reduce, la producción le gana a la especulación.
Entre las monedas principales, el euro se ubica, cómodo, por encima de 1.0830, sin que por ahora se perciban movimientos relevantes. El quiebre de 1.0900 podría darle algún impulso alcista adicional, en momentos en que desde el Banco Central Europeo llegan señales difusas respecto a sus próximas acciones en materia de tasa de interés. Muchos creen que comenzará a recortar la misma en junio. Con la Fed sin intenciones similares por varios meses, cuesta creer que el BCE se mueva solo.
La libra esterlina, en tanto, cerró el viernes rozando 1.2700, nivel que no tocaba desde hace poco más de un mes. La baja del dólar es el único motivo que tiene la libra para mostrarse con cierto nivel de fortaleza. El Banco de Inglaterra sí está brindando pistas de recortes de tipos en los próximos meses, siendo que siempre ha mostrado un nivel de independencia distinto al BCE respecto a la Fed.
Esta semana, las Minutas de la última reunión de política monetaria de la Fed (miércoles en la tarde de Nueva York) podrían brindar indicios de lo que hará el banco central. De todas maneras, no hay que esperar sorpresas. Hasta septiembre, por lo menos, no habrá cambios en la tasa.
En otro orden, los datos de manufacturas y servicios en Estados Unidos, Eurozona, Alemania y Reino Unido tendrán un alto impacto en los precios. Estos informes, que se conocerán el jueves en distintos horarios, serán determinantes y pueden terminar de configurar la tendencia del dólar para la última semana del mes.
Conviene no dar por vencido al dólar para estos días. Su baja no tiene fundamentos, y un alza moderada en sus principales cruces es lo más esperable.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.