Hola Amigos, buen día. El dólar volvió a tomar fuerza en el cierre de la semana anterior, producto de varios factores. Uno de ellos es que los informes de manufacturas y servicios de S&P Global quedaron muy por encima de lo esperado, contrastando con cifras decepcionantes de Europa.
Hasta la bolsa de Nueva York, que venía tocando máximos históricos en sus índices principales, sintió el impacto. Paradójicamente, cuando a la economía le va mejor, las acciones se contraen, ante la presunción de que la Fed mantendrá la tasa de interés sin cambios durante un largo tiempo.
La chance de un recorte en septiembre, esbozada ya desde marzo, parece quedar atrás, y los mercados esperan ahora que la tasa sea modificada recién en diciembre. O que cierre 2024 sin cambios.
El que sí recortó fue el Banco Central Europeo, generando una baja del euro, que otra vez se acerca a sus mínimos del año, en 1.0600, que tocó a mediados de abril. El quiebre de tal nivel generaría una caída más profunda de la moneda única, aunque no parece que vaya a extenderse más allá de 1.0460. Para este lunes, la zona a seguir es 1.0665, seguida de 1.0630.
La libra esterlina no sufrió un recorte de tipos de parte del Banco de Inglaterra, pero quedó todo listo para que ello ocurra en los próximos meses. La inflación de Reino Unido volvió al 2% anual, que no tocaba desde 2021, cumpliendo el objetivo del banco central. La libra, afectada además por los informes del viernes pasado antes mencionados, cayó el viernes de 1.2700, llegando a 1.2620, tras lo cual logró recomponer su imagen. La sobreventa que observa el par GBP/USD implica una corrección alcista que podría llegar en las primeras horas del lunes.
El yen se acerca a sus mínimos de varias décadas en 160.20, que tocó a fines de abril en un movimiento muy inusual que tuvo lugar en las últimas horas de ese mes. La nueva caída del yen, que cerró el lunes a 159.80, tiene características parecidas. La oferta y demanda de esta moneda quedó algo desnaturalizada, y la impresión es que hay un combate entre intereses muy fuertes que enfrentan a las autoridades de Japón con los fondos y bancos que se empeñan en golpear al yen, aprovechando la inacción del Banco de Japón y algunas circunstancias adicionales.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro no tienen mucho que ver esta vez, con las notas de 10 años que no solo no subieron en los últimos días, sino que técnicamente parecen prepararse para bajar con fuerza.
Una intervención por parte del Banco de Japón y el Ministerio de Finanzas asoma como lo más sensato en esta situación que, al menos para quien suscribe, es totalmente inédita y poco explicable, teniendo en cuenta que afecta a una de las monedas más importantes del mundo, y típico activo de refugio.
Aludiendo a estos últimos, conviene seguir la trayectoria de la onza de oro. El metal precioso se aleja de sus máximos históricos de mayo en 2452 dólares, y cerró el viernes cerca de 2300 dólares. La formación de hombro cabeza hombro, visible en el gráfico diario, anticipa una baja de proporciones del precio de la onza, con un objetivo cercano a 2090 dólares para las próximas sesiones. Para comenzar a cumplir con dicha formación el oro deberá caer de 2275 dólares.
La semana tendrá varios atractivos, como el índice de confianza del consumidor, y las peticiones semanales de desempleo. Pero será el viernes el día más importante, cuando el deflactor de inflación (mide el consumo) provoque los movimientos más fuertes de los próximos días. Por el momento, el dólar no tiene rivales que puedan enfrentarlo.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.