Hola Amigos, buen día. La cifra de ISM de servicios ofreció su peor medición desde mediados de 2020, en épocas en las que la actividad económica se desplomó por la pandemia. Si el dato es alarmante, mucho más lo es si se considera que, excluyendo tales mediciones, los 48.7 puntos publicados son los más bajos desde diciembre de 2009, cuando el mundo aún salía de la crisis de septiembre del año anterior.
Antes, las nóminas de empleo privadas, publicadas por ADP, mostraron una disminución respecto a mayo, con una cifra muy por debajo de lo esperado.
Ambos datos impactaron en la línea de flotación del dólar, que se tornó bajista desde entonces, impulsando al euro, a la libra esterlina, al franco suizo y al dólar australiano al alza en forma inmediata. Hasta el yen tuvo sus minutos de respiro, antes de volver a caer, como lo ha hecho desde marzo de 2022 con muy pocas pausas en el medio.
Las Minutas de la Fed mostraron, pese a todo, que los oficiales del Comité de Política Monetaria no se conmueven demasiado con la baja de inflación y la desaceleración en la generación de empleo, como tampoco por las débiles cifras de manufacturas y servicios. El FOMC recién ahora reconoce que la inflación baja, aunque algunos políticos del organismo insisten en que habrá que seguir aumentando la tasa si el costo de vida no cede. Quien suscribe no había escuchado argumentos tan insólitos como estos desde que Jean Claude Trichet aumentó la tasa de interés del BCE en 2011 en medio del incendio la economía de la Eurozona de entonces.
El euro llegó a 1.0816, creciendo más de 100 puntos en el día, un récord de varios meses si se considera que su amplitud anual apenas supera los 400 puntos. La libra esterlina hizo lo propio, con un alza de 99 puntos. Ambas monedas cedieron terreno en la tarde de Nueva York, aunque mantienen un sesgo alcista de corto plazo medido en el gráfico de 4 horas.
El yen aprovechó para escapar de sus nuevos mínimos de 38 años en 161.95, aunque cerró el miércoles cerca de tal nivel. Nada frena por ahora la devaluación de la moneda nipona, que no tiene incentivos ante la inacción manifiesta del Banco de Japón.
La onza de oro gana posiciones rápidamente, y también se aleja de la zona de peligro que constituye el soporte de 2300 dólares. La formación de hombro cabeza hombro que podía cambiar su rumbo se desvanece, y la suerte del metal precioso aparece atada a lo que pueda hacer el dólar desde ahora.
La bolsa de Nueva York no reaccionó violentamente a los anuncios mencionados, y se mantuvo calma.
La actividad del mercado se verá reducida este jueves, por ser el Día de la Independencia en Estados Unidos. Si bien el resto de las plazas financieras trabajará normalmente, el cierre de Nueva York hará de este jueves un día más tranquilo en los movimientos de los activos líderes.
A partir de la sesión asiática del viernes, la actividad retornará a su normalidad, y potenciada: espera la cifras de nóminas de empleo no agrícolas de junio, un informe que sin dudas impactará de lleno en los pares principales de divisas.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el viernes.