Hola Amigos, buen día. Como resultaba previsible desde varios días antes de la publicación, los datos de empleo de Estados Unidos quedaron muy por encima de lo esperado. Y lo esperado era un ligero crecimiento después de varios meses de creación de empleo muy magra. Los pronósticos, lo señalamos todos los meses, siempre se equivocan a favor de la tendencia del dólar del momento, y el viernes pasado el billete llegaba listo para crecer.
No resultaba difícil, pues, anticipar lo que pasó. El euro quebró 1.1000 con facilidad, y forma, en el gráfico diario, un doble techo de peligroso alcance a la zona de 1.0790. Si se cumple dicha formación, su objetivo no sería alcanzado de inmediato. El alza de la moneda europea fue lento, y su caída también podría serlo.
En el corto plazo, el euro luce sobrevendido, y es probable que ofrezca algún tipo de recuperación. Pero es claro que su dinámica alcista de las últimas semana se desvaneció, y puede seguir cayendo en las sesiones que siguen. Al alza, la zona de 1.1010, 1.1030 y 1.1045 son las resistencias a seguir, con soportes en 1.0945 (61.8% de retroceso de su alza anterior), 1.0930 y 1.0905.
La libra esterlina también sufre el ataque del dólar, y hasta en mayor medida que el euro. Así lo refleja el par EUR/GBP, que el viernes mostró una firme recuperación. La caída de la libra del viernes fue violenta, y la zona de 1.3060, mínimo de la semana pasada y del mismo viernes, es el soporte a considerar. La sobreventa y pérdida de velocidad del precio en el gráfico de 4 horas podría ser un atenuante para la moneda británica en las primeras horas del lunes, aunque le costará superar 1.3170. Si lo logra, se pondrá nuevamente en carrera alcista.
Como es habitual en estos casos, el yen es la moneda más afectada por el alza del dólar. Su caída de más de 300 puntos en pocas horas se sumó a los más de 400 que había perdido en los días anteriores, finalizando la semana en 148.66. El yen es, nuevamente, objeto de especulación por parte de fondos y bancos que ven en el diferencial de tasa de interés entre el BoJ y el resto de los bancos centrales un excelente negocio.
El BoJ es funcional a este tipo de maniobras, que suelen terminar como lo hizo en agosto, con un colapso de la bolsa local, en medio de una burbuja demasiado evidente.
A la vez, el alza importante del petróleo, derivada del crónico y cada día más complejo conflicto en Medio Oriente, impacta de lleno en el yen. Como para completar su desventura, la moneda nipona se ve afectada por el alza de los rendimientos de los bonos del Tesoro, que en las notas a 10 años llegaron el viernes al 3.99%, para cerrar cerca de tal nivel. Por el momento, el yen no tiene mucho para ofrecer, más que pérdidas, y solo su sobreventa de corto plazo podría darle algo de aire en las primeras horas del lunes.
La onza de oro cerró a 2652.00 dólares, con una extraña performance de escasa amplitud de precios. El metal precioso se encuentra en el centro de atención de los mercados, que esperan un firme crecimiento en su precio producto del conflicto en Medio Oriente. Para este lunes apunta ligeramente a la baja, aunque no parece que vaya a ceder de 2630 dólares. Sí, en cambio, podría acercarse a 2685 dólares, los máximos históricos, si logra vencer 2672 dólares.
La semana que se inicia tiene como principal atractivo el dato de inflación de Estados Unidos de septiembre. Con el dólar en el estado actual va a ser difícil que las cifras de inflación queden por debajo de los guarismos de agosto. La Fed se encargó de poner paños fríos en las expectativas de recortes de tipos durante los próximos encuentros, y es habitual que a estas expresiones le sigan informes en línea con estas palabras.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.