China, Medio Oriente y Fed, claves de la semana

Hola Amigos, buen día. El dólar volvió a escalar posiciones el viernes en prácticamente todos los frentes, pese a que la inflación mayorista cayó más de lo esperado en septiembre, en un informe conocido a mitad de la sesión.

El billete goza de buena salud en estos días. Los datos de inflación minorista del mes pasado quedaron por encima de los pronósticos en términos interanuales, a la vez que el mercado laboral volvió a dar signos de fortaleza. Nada de esto sorprende demasiado, de acuerdo al comportamiento que mostró el mercado en los días anteriores a estos anuncios.

Las principales contrapartes del dólar presentan un panorama distinto. El euro llegó a 1.0900 el jueves, producto de la embestida del dólar, pero también de datos propios de la Eurozona. Todo parece apuntar a que el Banco Central Europeo deberá recortar la tasa de interés el próximo jueves, y los pronósticos hablan de un 3.4% a partir de esa fecha, frente al 3.65% actual.

La moneda única sigue apuntando a la baja para los próximos días, acelerando su caída después del quiebre de una línea de tendencia alcista medida en el gráfico diario, que tuvo lugar el 4 de octubre. Por otro lado, la formación de un doble techo en dicha temporalidad podría marcar el rumbo del euro para el resto del mes.

Para este lunes, las zonas de 1.0900, 1.0865 y 1.0830 serán los soportes a tener en cuenta, con resistencias en 1.0955, 1.0980 y 1.1005.

La libra esterlina, en tanto, cerró la semana a 1.3064, manteniendo una tendencia bajista muy marcada en el gráfico de 4 horas. La pérdida de velocidad bajista, apreciable en la divergencia entre momento y la curva de precios, podría darle algún impulso favorable a la moneda británica en las próximas horas, aunque solo el quiebre de 1.3100 confirmará tales ganancias. En dicho caso, 1.3130 y 1.3160 serán las resistencias a considerar.

En cuanto al yen, se ve nuevamente debilitado por diversos factores. La situación en Medio Oriente empuja al alza al petróleo (en un movimiento que lentamente va perdiendo fuerza), impactando directamente en la moneda nipona. Por otro lado, y tal vez el más importante, el aumento de los rendimientos de los bonos del Tesoro, con las notas a 10 años llegando al 4.1% el viernes.

En otro orden, las dudas que dejó el Banco de Japón días atrás, sin aclarar si seguirá endureciendo o no la política monetaria, también tienen un efecto en los precios del yen. La zona de 150.00 aparece en el horizonte cercano, y solo el quiebre de 146.00, muy lejos del precio actual, podría cambiar su actual situación.

La onza de oro vuelve a apuntar alto, justamente apuntalada por la grave situación en Medio Oriente. Los máximos históricos del 26 de septiembre en 2685 dólares están muy cerca de ser vencidos, y la zona de 2700 dólares se ve muy clara.

Habrá que prestar atención a lo que suceda en China. El gobierno de la República Popular anunció un plan de crecimiento del cual no dio detalles, y la euforia inicial en las bolsas mundiales se va apagando. El yen puede verse beneficiado si no trascienden mayores novedades.

Por último, la Fed parece decidida a seguir ajustando su tasa, aunque a un ritmo menor al que los mercados esperaban. Las minutas de la reunión de septiembre dejaron en claro que era necesario un recorte, aunque no fue unánime hacerlo al 0.5%. De lo que surja de distintas presentaciones de varios funcionarios del organismo en los próximos días podrían surgir pistas de lo que hará el banco central el mes próximo.

Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.