Hola Amigos, buen día. La onza de oro volvió a tocar máximos históricos el jueves, y mantiene un alto perfil en las primeras horas del viernes. El metal precioso alcanzó la cota de 2713 dólares en la sesión asiática de la fecha, y por el momento no brinda signos de agotamiento, salvo por la sobrecompra apreciable en los gráficos de corto plazo.
La onza había iniciado su actual rally en octubre de 2023, al inicio de la guerra en Medio Oriente, tocando varias veces marcas históricas. En los últimos meses, sin embargo, se había mantenido expectante en torno a los 2650 dólares, afectado fundamentalmente por los rendimientos de los bonos del Tesoro, cuyas notas a 10 años se muestran especialmente volátiles.
Por otro lado, la compra masiva de oro por parte de los bancos centrales, en especial el Banco Popular de China, han impulsado a la onza en estas últimas semanas. Por supuesto, el agravamiento de la situación en Medio Oriente también tiene peso propio en el movimiento del oro.
La onza aparece como una excepción dentro del dominio general del dólar ante los activos principales. El billete volvió a tomar fuerza en la víspera ante un dato de ventas minoristas que, como era de prever, quedó muy por encima de lo esperado en septiembre.
Desde mediados del mes pasado, todas las referencias importantes en Estados Unidos apuntan a un dólar fuerte. Los pronósticos de los informes principales siempre quedan subvaluados respecto a las cifras oficialmente publicadas, y de esta manera el dólar vuelve a apuntar alto frente a las divisas líderes.
No extraña, entonces, ver al euro luchando por no perder la zona de 1.0800. Una y otra vez, la moneda única visita la zona de 1.0820, un nivel que parece dejarla en equilibrio desde varios años atrás. Así como en los primeros años del siglo la zona de 1.1500 era recurrente, desde 2015 a la fecha 1.0800 parece ser el nivel que le queda cómodo al euro.
El previsible recorte de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo decretado el jueves no tuvo demasiado efecto, dado que estaba descontado por los mercados. También lo estaba el discurso posterior de Christine Lagarde, líder de la entidad, que en los últimos tiempos ha tomado una postura particular: recortar, pero suavizar el discurso.
Con todo, el euro no está lejos de sus máximos del año en 1.1213, pero tampoco de sus mínimos de 1.0600. Al cabo, se trata del año en que menor fluctuación ha tenido la moneda europea frente al dólar, producto de diversos factores. Entre ellos, una cierta alineación de la política monetaria del BCE y la Fed que, con diferencia de semanas, van actuando en la misma dirección. En este sentido, la Fed ha hablado más de lo que hizo, al menos por ahora.
La libra esterlina también atraviesa horas delicadas. Ya ha perdido la zona de 1.3000, por primera vez en tres meses, y pese a que muestra signos de recuperación, los datos de inflación de Reino Unido de septiembre anticipan recortes del BoE en los próximos meses. La zona de 1.2800 aparece en el horizonte para la moneda británica.
El yen vuelve a caer, tal como ha sucedido en los últimos dos años, con una velocidad inédita en una moneda tradicionalmente estable y considerada activo seguro. Ha dejado de serlo, sin dudas, ante la inacción del Banco de Japón, que ha permitido un ataque especulativo por parte de bancos y fondos de inversión.
Esta vez, el carry trade no es visible ante otras monedas como sí lo era en los primeros meses del año frente al dólar australiano, pero el efecto sobre la moneda es el mismo. Ya está quebrando 150.00, con el BoJ enviando señales difusas (confusas mejor dicho) respecto a las acciones que tomará ante una inflación en máximos de muchos años en Tokio.
El yen luce como una moneda totalmente desguarnecida, sin defensas por parte del BoJ, y se parece demasiado a las monedas de países tercermundistas, en los que la política monetaria suele ser errática y sin rumbo definido.
Este viernes, la ausencia de datos macro de importancia hará que los mercados se muevan al ritmo de la bolsa de Nueva York. En Wall Street volvió la euforia, en parte por los datos conocidos este mes en Estados Unidos, y en parte por lo que los operadores consideran un hecho: la victoria de Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.