Hola Amigos, buen día. El dólar mantiene el dominio en el mercado de divisas, con el euro lejos de sus mejores guarismos del año, y debajo de 1.0900. La libra apenas logra sostenerse por encima de 1.3000, y el yen toma algo de aire, pero sin dar señales positivas.
La economía estadounidense volvió a dar signos de fortaleza este mes, apenas días después de que la Fed recortara su tasa de interés al 5%, ante el peligro de que una tasa muy alta generara una recesión.
Los datos de empleo primero, y los sólidos reportes de servicios y ventas minoristas luego, todos correspondientes a septiembre, hacen pensar en una pausa en los recortes por parte del banco central en su reunión del mes próximo. A la vez, la inflación del mes pasado apenas cedió en términos interanuales, y creció en la medición mensual, reforzando la idea de que la Fed deberá pensar muy bien antes de recortar en las próximas reuniones.
La excepción en esta escalada del dólar viene de la mano del oro. El metal precioso sigue tocando máximos históricos a diario, con un cierre de 2721 dólares del viernes.
La onza presenta una tendencia alcista muy marcada en todas las temporalidades, pero ya está brindando señales de agotamiento de cara a las próximas sesiones. El quiebre de 2700 dólares podría provocar un retroceso de mayor tenor para el resto de la semana.
En tanto, la bolsa de Nueva York sigue festejando las cifras de la economía, pero sobre todo festeja por anticipado una victoria de Donald Trump en las elecciones del mes próximo. Si bien las encuestas entre Trump y la Sra. Harris, candidata demócrata, no dan ventajas decisivas para el republicano, los operadores mantienen un optimismo que conviene tomar con mucha cautela.
Volviendo a las monedas principales, el recorte de tipos de interés del Banco Central Europeo no tuvo un efecto tan marcado en el euro. La moneda única llegó a 1.0800 en sus mínimos de varios meses, y abre la semana en torno a 1.0860, con una fuerte tendencia bajista de corto plazo. Solo el quiebre de 1.0930, lejos del precio actual, podría cambiar su dirección bajista para el resto de la semana.
En buena parte, ello dependerá de los datos de manufacturas y servicios de la Eurozona y Alemania, que se conocerán el jueves, siendo los más importantes de la semana.
Los mismos informes, pero en Reino Unido, pueden determinar el destino de la libra esterlina. Pocas semanas atrás llegó a su máximo del año por encima de 1.3400, para perder rápidamente posiciones ante los informes de inflación de septiembre, que quedaron por debajo de lo esperado, en el 1.7% interanual. Esta cifra anticipa que el Banco de Inglaterra también deberá actuar.
Por último, el yen volverá a estar bajo presión esta semana, con los rendimientos de los bonos del Tesoro al alza, y el Banco de Japón enviando señales difusas. La zona de 150.00, ya vencida, será el objetivo a seguir. Si logra superar 147.00, el yen tendrá una nueva chance de recuperación.
Precisamente, la agenda de datos de manufacturas y servicios de S&P Global en Estados Unidos, que también se conocerán el jueves, serán los que definan la dirección del billete para los últimos días del mes. Por el momento, el dólar no tiene rivales de fuste. Pero llama la atención el cambio de dirección que ofreció la primera economía del mundo justo antes de las elecciones, y los informes mencionados deberán confirmar el buen momento.
Con un calendario modesto, los primeros días de la semana servirán para consolidar la tendencia actual del dólar en prácticamente todos los frentes.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, nos vemos el martes.