Hola Amigos, buen día. En forma sorpresiva, los datos de manufacturas de Alemania crecieron por encima de los pronósticos, quedando por supuesto lejos de una zona de expansión, pero mejorando notablemente respecto a meses anteriores.
El euro, que llegó a mínimos de varios meses esta misma semana en 1.0760, logró recuperar unos 70 puntos hasta el cierre del jueves, en 1.0830. Precisamente, este precio aparece como un punto de inflexión entre su tendencia bajista dominante, que se ha formado desde mediados de septiembre, y un cambio de dirección, cuya confirmación operará al quiebre de 1.0865.
La recuperación del euro luce, pues, algo débil aún. Es verdad que en el mínimo de la semana antes mencionado el precio encontró resistencia en una línea de tendencia alcista medida en el gráfico diario, con origen en los mínimos anuales, que tuvieron lugar en abril en 1.0600. Los datos de Alemania referidos le dieron el impulso necesario para alejarse de dichos mínimos, pese a que los informes de manufacturas y servicios en Estados Unidos también brindaron cifras alentadoras.
La libra esterlina no tuvo la misma suerte. Si bien logró recuperar terreno, las cifras de manufacturas en Reino Unido fueron decepcionantes, y así la moneda británica quedó lejos de 1.3000, nivel que debe superar en primer lugar para aspirar a ganancias importantes durante las próximas sesiones. Si lo logra, 1.3040 será la siguiente resistencia, aunque su suerte parece estar atada a la del euro.
El yen también recuperó posiciones, más por motivos técnicos que fundamentales. La baja de los rendimientos de los bonos del Tesoro, cuyas notas a 10 años cotizan al 4.21% después de llegar al 4.25% esta misma semana, le dieron algo de aire a la alicaída moneda nipona, que a su vez había encontrado alivio en el 61.8% del movimiento bajista anterior del par USD/JPY en 153.25.
A favor del yen también ha operado el gobernador del Banco de Japón, Sr. Ueda, quien habló de un control sobre el comportamiento de su moneda, que ha caído más de 1300 puntos en pocos días, después de una fulminante recuperación ocurrida entre agosto y septiembre. El yen, considerado moneda de refugio, ha dejado de actuar como tal para oscilar con fuertes movimientos diarios desde el inicio de la guerra en Europa del Este.
A contramano del yen se mueve el oro en estos días, algo bastante extraño. La onza esta vez no logró alcanzar máximos históricos como en los días anteriores, aunque revirtió su caída del miércoles, para cerrar a 2736 dólares en la víspera. De esta forma, el metal precioso queda cerca de buscar dichos máximos en 2758, cuyo quiebre derivarían en un alza mucho más pronunciada en las próximas sesiones.
El conflicto en Medio Oriente es uno de los disparadores del oro, si bien en los últimos días no se han producido novedades de importancia. Su comportamiento parece obedecer, pues, a cuestiones especulativas, llamando mucho la atención su divergencia con el yen, que habitualmente marcha en la misma dirección. La baja de los rendimientos en la víspera también operó a favor de la onza.
Para este viernes, los datos de bienes durables en Estados Unidos serán las cifras a seguir en la sesión americana. La bolsa de Nueva York tomó de mal modo los datos de manufacturas y servicios conocidos el jueves, dado que presuponen una demora mayor de la Fed para recortar la tasa de interés. Algo similar podría suceder con las órdenes de bienes durables, que quedarán seguramente en línea con los informes conocidos el jueves.
Amigos, tengan todos una excelente jornada de operaciones, y un muy buen y reparador fin de semana, nos reencontramos el próximo lunes. Hasta entonces.