Paso a paso se ve más claro

Si Usted tuviera que atravesar un camino de, supongamos, 2000 metros lleno de peligros acechando ¿pensaría en lo que va a hacer cuando lo supere, o se dedicaría a ver como supera ese camino?

La respuesta políticamente correcta es que pensaría en lo que hará cuando lo supere, sin dudas. Bajo la presunción de que no hay obstáculos imposibles de quebrar, esa es la visión del 90% (o más) de las personas.

Los mercados financieros están más turbulentos que nunca en estos días, y hay motivos de sobra para que así sea.

La guerra en Medio Oriente, la guerra en Ucrania, la inflación persistentemente alta en varias latitudes, las elecciones en Estados Unidos, la política monetaria de los bancos centrales, las bolsas de valores que tocan máximos históricos en varios casos, el dólar fuerte ante las monedas principales, pero no ante el oro, que sigue cerca de sus máximos históricos…

Ante ese panorama, cabe la posibilidad de pensar en que sucederá el año próximo. En los últimos días hemos visto complicados análisis hablando de medidas proteccionistas de Donald Trump, de una guerra comercial con China (prometida por él mismo con la imposición de impuestos por un 60% a las importaciones de ese país), de como terminarán las guerras del momento. También de la onza de oro llegando a 3000, 4000 o 5000 dólares basadas vaya uno a saber en que análisis, de un súper dólar, un súper euro, de la tasa de la Fed al 5, 4, 3 o 2%, entre otros.

Pero también, y aquí va la propuesta, si se quiere, políticamente incorrecta, de tomar el mercado día por día, analizarlo cada mañana, y operar siguiendo las noticias una por una.

Es verdad que esto requiere un cambio de postura. Hay que dejar de tener una visión “estadista” de los mercados, tratando de confirmar medidas, guerras o tasas de interés a 6 meses, para concentrarse en lo que puede pasar a 3 o 4 horas vista.

¿Es más trabajoso? Por supuesto. ¿Es más efectivo? Sin ninguna duda. Analizar gráficos mensuales o semanales e ingresar al mercado por media hora no será redituable. Es como estudiar un mapa del continente americano para ir de su casa a su trabajo.

Quien realiza análisis de lo que puede suceder de aquí a varios meses hacia adelante lo hace por dos motivos:

  1. No opera
  2. Está perdiendo y busca justificar, con mucho tiempo de anticipación, lo que puede pasar.

Donald Trump asumirá la presidencia el 20 de enero de 2025. La Fed recortó el jueves la tasa de interés y tal vez (solo tal vez) vuelva a hacerlo en diciembre. Las guerras lamentablemente no se han detenido.

Si se nos permite una sugerencia, deje de lado todo eso. Concéntrese en las noticias de la próxima sesión, y la implicancia que puede tener sobre los activos que opera.

La semana próxima hay una buena oportunidad de hacerlo. Los datos de inflación de octubre prometen generar movimientos importantes en el dólar, y habrá que ver como llega el billete a esa instancia. Por el momento, lo que ganó con Trump lo perdió con la Fed, algo bastante previsible.

El euro está a un paso de llegar a mínimos anuales, pero también de acercarse a 1.0900, nivel que está a medio camino entre dichos mínimos y los máximos de este año. Hay motivos para pensar en un alza moderada de la moneda única si logra quebrar 1.0830.

La libra esterlina volvió a poner de moda una contradicción de estos tiempos: baja la tasa de interés y sube la moneda, ante la presunción de que no habrá más recortes. El efecto duró pocas horas, y la libra vuelve a caer este viernes. Sin embargo, el recorte de la Fed puede más, y la zona de 1.3040 será el objetivo a vencer la semana próxima.

El yen se debate entre seguir cayendo y recuperarse, lo cual puede lograr si supera 150.00. En buena parte ello dependerá de los rendimientos de los bonos del Tesoro a 10 años, cuya curva diaria es idéntica a la del par USDJPY. Si los mercados esperan que la Fed deje de vender bonos, algo que tiene asidero, los rendimientos bajarán y el yen podrá tomar aire.

El oro tiene motivos para seguir creciendo. La baja de estos días fue exagerada, aunque acorde a su habitual volatilidad. Tan solo le hace falta un impulso por encima de 2725/30 dólares, no lejos del actual 2702 dólares, para apurar su marcha a nuevos máximos históricos. La tendencia de largo plazo sigue intacta, y solo una caída debajo de 2550 la pondría en peligro.

Analice a corto plazo, estudie noticias, saque sus propias conclusiones, y sus resultados, sin dudas, serán muy buenos.

¡Buen fin de semana!